La gente siempre se engaña, se ríe pero no habla de esa rara soledad, empieza por una cosa, ni siquiera que te creas duro te salvara del amor, si es así como se dice, es  que debo confesarte que , es en esa simple plaza me enseñaste a amar, una especie de Cupido misterioso nos llevo a un lugar donde hoy quiero estar, no hay palabras que me hagan poder explicarte lo que siento, no existe ninguna forma para hacerte entrar en la cabeza que te quiero, sabes que iría por vos a cualquier lugar, por ti una vez mas volvería a reír, con una condición quédate aquí y hazme vivir, hazme reír hasta saber cómo se debe vivir, hazme esperar ese amor que nunca tendré y por sobre todo hazme ser feliz junto a ti.